«No veo nada claro»

«No veo nada claro»

En todo momento importante de nuestra vida hay un instante, un momento, una época, en la que estamos en nuestra cueva, en nuestro agujero escondidas.

Cada instante que nos ha hecho cambiar, que nos ha permitido avanzar, siempre ha estado precedido de un gran y enorme agujero de angustia, tristeza, desaliento, desesperanza y miedo.
Yo «amo mi cueva» amo mi agujero oscuro, ya que estar en él me permite comprender lo que me está sucediendo, aprender de lo que me ha llevado a él, y desde ahí poder diseñar que es lo que deseo hacer en adelante, para aprender y hacer que mi vida sea mucho más fructífera.
En las ocasiones en las que he estado luchando para no meterme en la cueva, o no caer en el agujero, han sido las etapas en las que más desgastado me he sentido, mas cansado he estado y más energía he derrochado, para terminar estando, con el tiempo, en el mismo sitio, dentro de la cueva, para después salir de ella con nueva luz.
Ama tus momentos de oscuridad, acéptalos, respétalos, pero sin aferrarte a ellos, porque es desde ahí desde donde podrás aprender y reconducir tu vida hacia nuevos momentos de luz.
Pero nunca entres en tu cueva, en soledad, déjate acompañar con profesionales que, aunque sea de forma momentánea, te ayuden a entender qué ha sucedido y qué puedes aprender de todo ello.

¿Entramos en la cueva juntas?

Si quieres comenzar a trabajar tus emociones, te ofrezco un método de gestión emocional, que te lo he resumido en mi libro «Latidos de emoción»
Una herramienta que te ayudará a nombrar, tomar conciencia y gestionar tus emociones de forma saludable.
Y si quieres comprometerte con un cambio significativo de tu vida, basado en la gestión emocional, contáctame para comenzar con tu programa personalizado.